La grasa rebelde es aquella que se resiste a desaparecer, incluso cuando seguimos una dieta equilibrada y una rutina de ejercicios. Se trata de un tipo de grasa subcutánea que se acumula en zonas específicas del cuerpo, como las caderas, los muslos o el abdomen.
La grasa rebelde puede ser muy frustrante para quienes buscan un cuerpo definido y saludable. Sin embargo, existen algunas estrategias que pueden ayudarnos a eliminarla de forma eficaz.
¿Por qué se produce la grasa rebelde?
La grasa rebelde se produce por varios factores, entre los que se pueden mencionar:
- La genética: cada persona tiene una predisposición a almacenar más o menos grasa en ciertas partes del cuerpo, según su herencia familiar.
- Las hormonas: el equilibrio hormonal influye en el metabolismo de las grasas y en su distribución por el organismo. Por ejemplo, los estrógenos favorecen la acumulación de grasa en las caderas y los muslos en las mujeres, mientras que la testosterona hace lo contrario en los hombres.
- El estilo de vida: el sedentarismo, el estrés, el tabaquismo o el alcohol pueden alterar el funcionamiento del sistema nervioso y endocrino, lo que afecta al gasto energético y a la quema de grasas.
- La alimentación: una dieta rica en calorías, azúcares refinados o grasas saturadas puede provocar un exceso de energía que se almacena como grasa corporal. Además, algunos alimentos pueden generar inflamación o retención de líquidos que dificultan la eliminación de la grasa.
¿Qué podemos hacer para eliminar la grasa rebelde?
¿Como eliminar grasa rebelde? Para eliminar la grasa rebelde es necesario adoptar un plan integral que incluya los siguientes aspectos:
- La alimentación: es fundamental seguir una dieta hipocalórica e hiperproteica que nos ayude a crear un déficit energético y a preservar la masa muscular. También es conveniente reducir el consumo de carbohidratos simples y aumentar el de fibra y alimentos termogénicos como el café o el té verde.
- El ejercicio: es imprescindible realizar actividad física regularmente para aumentar el gasto calórico y estimular la lipólisis (la liberación de ácidos grasos desde los adipocitos). Lo ideal es combinar ejercicios aeróbicos (como correr, nadar o saltar) con ejercicios anaeróbicos (como levantar pesas o hacer burpees) para optimizar los resultados.
- Los suplementos: existen algunos suplementos naturales que pueden ayudarnos a potenciar la quema de grasas al mejorar nuestro metabolismo o nuestra sensibilidad a la insulina. Algunos ejemplos son la cafeína, la tirosina, el ácido linoleico conjugado (CLA), la L-carnitina o el extracto de té verde. Sin embargo, antes de tomar cualquier suplemento es recomendable consultar con un especialista.
- Los tratamientos estéticos: si con las medidas anteriores no conseguimos eliminar toda la grasa rebelde podemos recurrir a algunos tratamientos estéticos no invasivos o mínimamente invasivos que nos ayuden a reducir su volumen. Algunos ejemplos son:
- La hidrolipoclasia: consiste en inyectar una solución salina hipotónica en las zonas afectadas para romper las membranas celulares de los adipocitos y facilitar su eliminación por vías naturales.
- La criolipólisis: consiste en aplicar frío controlado sobre las zonas afectadas para inducir la apoptosis (muerte celular programada) de los adipocitos sin dañar los tejidos circundantes.
- El SculpSure: consiste en aplicar calor controlado mediante láser sobre las zonas afectadas para destruir los adipocitos y estimular la producción de colágeno y elastina.
- El CoolSculpting: consiste en aplicar un dispositivo de succión que congela los adipocitos y los elimina gradualmente por el sistema linfático.
- El lipoláser: consiste en introducir una cánula con una fibra óptica que emite luz láser para licuar la grasa y extraerla mediante una ligera aspiración.
Estos tratamientos pueden tener algunos efectos secundarios como enrojecimiento, hinchazón, hematomas o sensibilidad en las zonas tratadas. Además, no son aptos para todas las personas y requieren de una valoración previa por un profesional cualificado.
Conclusión
La grasa rebelde es un problema estético que puede afectar a nuestra autoestima y a nuestra salud. Para eliminarla es necesario seguir un plan integral que combine una alimentación adecuada, un ejercicio regular, unos suplementos naturales y unos tratamientos estéticos complementarios. Sin embargo, lo más importante es tener paciencia y constancia para lograr nuestros objetivos.
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