Nicolás Contin, el 9 de inferiores que pisa fuerte en el Lobo
Leandro Nicolás Contin nació el 7 de diciembre de 1995 en la ciudad de Nuestra Señora del Rosario de Caá Catí, capital del departamento de General Paz, a 126 kilómetros de la Ciudad de Corrientes.
Llegó a Gimnasia y Esgrima de La Plata a finales del 2013 y culminó el 2016 como el 9 titular del primer equipo. En una charla exclusiva con el goleador del Lobo, repasamos sus inicios y su gran presente en el conjunto dirigido por Gustavo Alfaro.
– ¿Dónde y cuando comenzaste a jugar al fútbol?
– Arranque jugando en un equipo de barrio llamado Sol Naciente. Tengo dos hermanos que estaban jugando en la categoría cadetes y una vez ellos no estaban y fui a decirle al profe si podía jugar.
Yo no jugaba en ningún equipo porque en ese momento no coincidía mi edad con los campeonatos, o sea, no había campeonatos para mi edad. Comencé jugando en la categoría cadete de Sol Naciente a los 9 años y a los 16 años debuté en la primera del club.
En ese mismo año que debuto salí goleador y me propusieron venir a probarme a Gimnasia.
– ¿En qué año fue tu debut en la primera de Sol Naciente?
– Fue en el 2012. Me fue muy bien y se me dio la oportunidad de venir a probarme al Lobo.
– ¿Cómo fue tu arribo a Gimnasia? ¿Viniste por tu cuenta o te trajeron a probarte?
– En Gimnasia estaba jugando Maxi Meza y le dijeron al hermano, Facundo, para que venga a probarse y como yo soy muy amigo de él también me dijeron si quería venir. Guarde los botines y me mandé. La prueba fue en diciembre y duró tres días.
El primero fue el 4 de diciembre y el último fue el 7, justo en mi cumpleaños. Hice tres goles en la prueba con pases de Facundo Meza y al finalizar nos dicen que quedábamos los dos.
– ¿Pudiste jugar algún partido en diciembre o comenzaste directamente al año siguiente?
– Si, termine jugando los últimos partidos del año con la quinta división.
– ¿En el 2014 debías haber jugado en la cuarta pero pasaste directamente a reserva?
Si, pase a la cuarta pero no jugué ningún partido porque terminé jugando en la reserva todo el primer semestre. Después, hubo un parate por el mundial de Brasil y me dijeron de hacer la pre temporada con la primera.
Fue todo muy rápido. Ahí comencé la pre temporada con la primera en el segundo semestre del 2014 con Pedro Troglio como técnico, y al finalizar el año me bajaron a la cuarta, donde jugué por todo el 2015.
– ¿Cómo fue ese año en la cuarta?
– Al principio no me fue bien. El técnico no me tenia en cuenta, no veía mis condiciones, pero bueno, yo me dediqué a entrenar para convencerlo de que estaba equivocado y al final terminé jugando los últimos partidos del año.
Tuve la suerte de hacer goles y terminar muy bien el año. Ahí me dijeron que firmaba el contrato como jugador profesional.
– ¿Tuviste la posibilidad de irte a otro club?
– Si, me ofrecieron ir a Agropecuario, All Boys y Cambaceres donde estaba mi técnico de la cuarta, pero tome la decisión de quedarme en el club y pelearla.
– ¿Una vez que firmaste el contrato ya formaste parte del primer equipo?
– No, comencé la pre temporada con la reserva en enero y después me fueron viendo en los partidos de reserva y ahí me volvieron a subir a primera.
Pedro Troglio seguía siendo el técnico del Lobo. Ya después, cuando llegó Gustavo Alfaro, vio mis condiciones y me hizo debutar en la primera división del fútbol argentino.
– ¿Cómo es tu relación con Gustavo Alfaro?
– Soy un poco vergonzoso pero hablo muy bien con el. Es una persona muy respetuosa, correcta, y cuando el te habla lo tenes que escuchar porque aprendes mucho.
– Tu primer gol en primera fue contra Rosario Central en el Gigante de Arroyito, y justo cuando rematas, Gastón Gil Romero te golpea sin querer con la rodilla en la cabeza dejándote un poco perdido en el piso, ¿Te acordas del gol o lo tuviste que ver por televisión?
– Yo me acuerdo de toda la jugada. Hace el cambio de frente el «Bochi» Licht, la controla Facundo Castillón y cuando va a tirar el centro, me acuerdo que yo voy a anticipar la pelota y después de ahí no me acuerdo mas.
Llegue a casa y me puse a mirar los videos, porque siempre hago eso, termina el partido y me pongo a ver mis videos para corregir lo que hice mal durante el partido, y ahí vi el gol. Por suerte no fue mas que un golpe, pero no me podía levantar, me temblaban las patitas (risas).
– En la misma semana le convertiste a Deportivo Madryn por Copa Argentina en la cancha de Arsenal.
– Si, esa jugada fue toda de Maxi Meza que la peleó y tiró el centro. El arquero me la dejó servida y yo solo tuve que empujarla.
– Después de esa gran semana tuviste un bache donde no eras convocado ni para ir al banco de suplentes, ¿A que se debió?
– Fue por mi rendimiento, por no cuidarme con la comida, por lesiones y por muchas cosas que me estoy dando cuenta ahora que hice mal y ojalá que no me vuelva a pasar porque creo que perdí mucho tiempo, y en el fútbol si te pasan por arriba después es muy difícil tener otra oportunidad, pero por suerte se me dio y volví a jugar y lo termine haciendo en el final de la primera mitad del campeonato.
– Estuviste muy cerca de convertir frente a Belgrano, donde tuviste dos o tres situaciones muy claras pero por cosas del fútbol no se te dio, ¿Cómo te sentiste? ¿Te fastidiaste o lo tomaste con calma?
– En ese momento entré a la cancha muy concentrado, con mucha energía pensando en que se me iban a dar las cosas, pero bueno, en el momento de la jugada mas clara donde estaba por definir, Pablo (Vegetti) se cruza sin querer y yo termino pateándolo a él, pero lo importante es que el equipo rindió muy bien y yo entré bien después de una larga lesión.
No me imaginaba que iba a entrar en un partido así, pero por suerte pude demostrar un poquito de mi sacrificio.
– Ese sacrificio tuvo su premio. Fuiste titular frente a Godoy Cruz en el último partido del año. ¿Cómo te sentiste jugando los 90 minutos?
– Me sentí muy bien. Después de hacer el gol todo el equipo me felicitó y quedaron asombrados por el trabajo que hice durante todo el año. Si vos haces las cosas bien, todo se va a ir dando de la mejor manera. Pero lo bueno es que todos estaban muy contentos por mi, el técnico también, me abrazó y me felicitó.
– Volviste a convertir y cerraste el año de la mejor manera posible.
– Si, eso fue producto de la presión de todo el equipo. En el primer gol yo presiono al mediocampista y termina perdiendo la pelota.
Le doy el pase a Nico (Ibañez) y después él hace el gol. O sea, ya entramos con esa mentalidad de presionar porque Alfaro nos dijo que presionemos a los defensores que son lentos, con mucha experiencia pero no tan rápidos como nosotros.
Así llego mi gol, después de la presión de Darío (Botinelli) que terminó habilitándome con el pase. Estuve a punto de picarla pero el arquero me achicó muy rápido y tuve que definir asegurando el remate.
– ¿Ahora qué se viene?
– Ahora voy a disfrutar de mi familia para recuperar las buenas energías para volver con todas las pilas y pensar en un 2017 consiguiendo algo para este club, que es lo que siempre me imagino. Cuando llegué acá dije que iba a ser el 9, así que esperemos que así sea.
– ¿Tu cabeza sigue en Gimnasia o tenes algún otro club dando vueltas?
– No, mi cabeza sigue en Gimnasia.
– ¿Algún consejo para aquel nene hincha de Gimnasia que sueña en jugar en primera como vos?
– Ellos tienen que sentir la confianza de ellos mismos, pensar que son mejores que los demás, porque siempre están esas personas que te hacen sentir menos que el otro, por eso hay que ser fuertes y no aflojarle a lo que uno quiere porque las cosas se consiguen con mucho sacrificio, humildad y trabajo.
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