Fallout 76 | Dónde encontrar hongos cerebrales

De todas las cosas que no querrías comer en un escenario post-apocalíptico, la Hongo Cerebral en Fallout 76 podría estar en la parte superior de la lista. Estos artículos consumibles de aspecto asqueroso se utilizan en una serie de recetas de elaboración, incluidos Mentats. Afortunadamente, sabiendo dónde encontrar hongos cerebrales es tan simple como entender dónde crecerían normalmente los hongos.[post_relacionado id=»25011″][post_relacionado id=»20562″]

Dónde encontrar hongos cerebrales en Fallout 76

[post_relacionado id=»17923″][post_relacionado id=»20881″]

Brain Fungus se puede encontrar en lugares donde normalmente esperarías encontrar un hongo: cuevas, túneles, cavernas y otros lugares húmedos. Las Uncanny Caverns son un excelente lugar para comenzar a buscar, al igual que los túneles debajo de la autopista 65. De lo contrario, se generan en todo Appalachia en lugares oscuros fuera de los caminos trillados.

El hongo cerebral no es un objeto particularmente raro, pero a veces puede ser difícil de encontrar. Afortunadamente, el proceso es más fácil una vez que sabes cómo son. Son pálidos, con una especie de tonalidad pálida que esperarías de un organismo que se cría en la oscuridad. También parecen cerebros, de ahí el nombre.

Si necesita encontrar algo rápidamente, primero busque en estas áreas:

  • Cavernas misteriosas
  • Túneles debajo de la autopista 65
  • Vertedero de residuos abandonado
  • Búnker de Raleigh Clay
  • Búnker de la familia Carson
  • Túnel Big Bend Este/Oeste
  • Como muchos de los artículos que encontrarás en Fallout 76, este organismo de aspecto visceral se utiliza en una serie de recetas de elaboración. Quizás el uso más popular sea en Brain Bombs, que proporciona un aumento de +90 a HP y un enorme aumento de +300 a AP. También se usan en la sopa de hongos cerebrales que suena horrible, junto con la IPA Hoppy Hunter y los icónicos Mentats de la serie.

    No debería tener problemas para encontrar Brain Fungus: solo busque en lugares oscuros y húmedos. Esté atento a pequeños grumos de lo que parecen (pero no son, con suerte) materia cerebral. Abastécete cada vez que los veas para que nunca te quedes sin ingredientes para elaborar.