Manuel Fernández, en su etapa como futbolista jugó en el ascenso argentino y en el español, pero por una lesión en la rodilla tomó la decisión de colgar los botines. Estudió educación física y hoy forma parte del cuerpo técnico de Martín Palermo en el club Unión Española de Chile, con el que disputarán la primera fase de la Copa Libertadores 2017.
Manuel Fernández, integrante del cuerpo técnico de Martín Palermo
– ¿Cuándo te retiraste del fútbol y por qué?
– Jugué el último año en el Redovan de España, un club de la tercera división. Más allá de que ya me venía gustando el tema de los entrenamientos tuve una lesión en la rodilla, osteocondritis, lo que no me permitió seguir jugando, además de otros factores, como el nivel, el poder económico, la desorganización aunque en España había encontrado otro confort con respecto al fútbol de ascenso de Argentina, pero también era una decisión que ya venía analizando.
Con la lesión se me hizo todo mucho más difícil y por eso determiné dejar de jugar.
– Cuándo te retiraste del fútbol te sumaste al grupo de trabajo de Fabio Radaelli, ¿Cómo se dio esa posibilidad?
– Soy muy amigo de Guillermo Panaro. Él jugó en Ferro y fue compañero de Fabio Radaelli y de Gustavo Acosta.
En ese momento, ellos estaban en Tigre con un proyecto de divisiones inferiores y me invitaron a que me sume. Fue todo muy rápido, porque dejé de jugar y ya tenía la posibilidad de empezar a entrenar.
– ¿Tu primera experiencia como preparador físico y ayudante de campo fue en Tigre?
– Cuando llegué al club, la estructura era complicada para incorporar gente. A nivel infraestructura y a nivel recursos tenían dificultades. Había que hacer un poco de todo.
Mientras jugaba había hecho el profesorado de educación física con lo cual, ese título me dio la posibilidad de entrar al club, haciendo diferentes tareas y organización.
En ese momento el club armó la pensión, para poder alojar a chicos del interior y yo era el encargado de la pensión. Hice todas actividades que me permitieron ir conociendo cómo era el fútbol amateur y de qué se trataba y cuales eran las necesidades.
A partir de ahí, de hacer experiencia y demás, Gustavo Acosta me ofreció para formar parte del cuerpo técnico de reserva como ayudante de campo. En ese lugar me desempeñé los últimos años en el proceso de Tigre.
– ¿Cómo se dio oportunidad de formar parte de Racing?
– Una vez que terminó el proceso en Tigre, Fabio tuvo la posibilidad de ir a coordinar las inferiores de Racing y me eligió como su persona de confianza, para que realice tareas de coordinación y a parte ya había hecho el curso de entrenador.
En mi primer año en el club fui ayudante de campo en la reserva y después fui técnico de sexta y de quinta. Previo a todo esto, estuve en un proyecto de Central Norte de Salta.
Estuve 6 meses ahí y la verdad que fue una experiencia muy importante para mí, una de las más importantes de mi carrera porque fui solo, con un desafío muy grande por delante, porque el club se encontraba en una posición donde quería empezar a apostar a los juveniles pero tenían muchas deficiencias en cuanto a recursos, ideas, y con un fútbol al que todavía le faltaba desarrolarse, pero la gente que me contrató me dio toda la confianza y todas las herramientas para poder hacer un buen trabajo, pero sobretodo gente con una lealtad muy grande, respetándome en todas las decisiones y dejándome trabajar.
La única condición que había puesto era que si estaba la posibilidad de que en algún momento algún club de primera me citaba para formar parte de un proyecto yo me iba, y así fue. Me llamó Fabio para ir a Racing y de esa manera dejé ese proyecto en Salta y me sumé a las inferiores de Racing con Fabio Radaelli.
– Pasaste 4 años en Racing donde estuviste, junto a tu grupo de trabajo, a cargo de las inferiores, de la reserva y hasta comandaron el primer equipo en algunos interinatos, ¿Cómo fue esa experiencia?
– El primer año, además de coordinar siempre junto a Fabio, yo desempeñaba una función como entrenador. El primer año lo hice como ayudante en la reserva, el segundo como técnico de sexta, el tercero como técnico de quinta.
En el transcurso de esos cuatro años, también tuvimos la posibilidad de ir a tres interinatos, cuando se fue Mostaza Merlo y cuando se fue Luis Zubeldía. Después, a mí me llevó como ayudante de campo Nacho González en el momento que se había ido Carlos Ischia. Esas fueron las primeras experiencias como entrenador de primera división.
– ¿Por qué dejaste Racing?
– Fue una decisión difícil de tomar porque la tomamos nosotros, no es que el club decidió que nosotros no continuemos, es más, ya teníamos el contrato arreglado para renovar, pero nosotros veíamos que había cosas del proyecto del club que no tenían que ver con nuestras ideas.
El club decidió comprar muchos jugadores profesionales, quitándole el espacio que tenían los jugadores que nosotros veníamos trabajando durante cuatro años y que creo que se merecían.
Ellos también estaban con una dirigencia un poco dividida, sin las ideas claras. Nosotros salimos a defender a los jugadores del club y ellos optaron por otros proyectos, entonces creímos que era el momento de despegarnos.
Después, muchos de esos jugadores que nosotros veíamos que debían tener su posibilidad, por los que peleamos para que estén en el primer equipo, el tiempo nos dio de alguna manera la razón porque terminaron jugando en otros equipos, siendo importantes, con ventas muy grandes como el caso de Roger Martínez que fue la mejor venta de la historia de Racing, o el caso de José Luís Gómez que se fue a Lanús y salió campeón destacándose y por lo que Lanús va hacer uso de la compra de su pase.
También está Nicolás Oroz, a quién el club no lo tuvo en cuenta y hoy se está destacando en Chacarita en el Nacional B y por lo que tengo entendido Cocca lo pidió para que se vuelva a incorporar. Fueron un montón de jugadores que nosotros creíamos que ese era el momento y el club no lo entendió así, tomó otras decisiones y nosotros defendiendo nuestras posturas y nuestras ideas decidimos no continuar.
Manuel Fernandez Union Española
– ¿Cómo llegaste a formar parte del cuerpo técnico de Martín Palermo?
– Martín Palermo había decidido reformar parte del cuerpo técnico y confió en nosotros para que nos sumemos con él.
Con las experiencias de los interinatos en primera división nos habíamos sentido muy cómodos, habíamos ido creciendo y habíamos tenido la posibilidad de trabajar con jugadores de primera división, de armar partidos, de tener semanas enteras de trabajo, y empezamos a ver, más allá que lo nuestro había comenzado con chicos, que el fútbol profesional tenía cosas muy lindas y que estaba bueno poder vivenciarlas y desarrollarlas, así que inmediatamente nos sumamos al cuerpo técnico de Martín Palermo.
Estuvimos algunos meses trabajando para armar el cuerpo técnico hasta que surgió la posibilidad de ir a la Unión Española de Chile.
– ¿Con qué fútbol te encontraste en Chile?
– El fútbol chileno es un fútbol que fue creciendo en los últimos años. El hecho de que la selección mayor haya obtenido las dos últimas Copas América le da prestigio a su fútbol más allá de que hayan encontrado una camada de jugadores muy importantes y muy buena.
Mejoraron mucho la infraestructura, los estadios son muy lindos, modernos, con un buen piso para desarrollar un buen juego. Es un fútbol muy ordenado, sobretodo en la parte económica y organizativa con algunos detalles para seguir creciendo, y eso hace que los jugadores lo vean como un destino viable para pasar de ahí a mercados que sean más interesantes.
En cuanto al fútbol, es muy dinámico, de ataque contra defensa constante, donde quizá el medio es una zona de tránsito porque los partidos se juegan y se definen en las áreas. Creo que los jugadores con dinámica y velocidad y sobretodo con posibilidades de resolver en el uno contra uno son los que hacen la diferencia.
– ¿Cuáles fueron los objetivos de la Unión Española en el 2016?
– En el tema objetivos es muy importante que estén alineados el dirigente, el cuerpo técnico, los jugadores, todos apuntando a un mismo objetivo, pero no como una frase, si no como que es lo que se espera del equipo.
Entonces hay que ser muy cuidadosos, encontrar un objetivo que sea cumplible, ni demasiado ambicioso ni demasiado fácil y que eso relaje a los jugadores desde el inicio y no les permita dar el máximo de sus posibilidades.
El objetivo que se planteó fue importante, ambicioso, cumplible. La idea era estar entre los cinco primeros para poder clasificar a una copa.
Nosotros terminamos terceros y accedimos a la fase previa de la Copa Libertadores de América.
Fue un objetivo planteado. Después se pasa a una segunda instancia donde se ve de qué manera se cumplió ese objetivo y ahí creo que también fue satisfactorio el hecho de potenciar jugadores, de que Pablo Galdames junto con César Pinares hayan tenido la posibilidad de ir a jugar la China Cup junto a la selección mayor, de que haya tres jugadores citados permanentemente a la selección sub 20, o el caso de José Luís Sierra que tiene la posibilidad de afrontar un compromiso en enero con el sub 20.
Ese crecimiento individual de los jugadores, haber tenido la delantera más goleadora y el segundo goleador del campeonato hace que uno crea que los medios que utilizó para conseguir el objetivo grupal también han ido de la mano de mejorar individualmente a los jugadores que en definitiva son patrimonio del club y ese es uno de los compromisos que tiene el entrenador, mejorar la materia prima y valorizar el equipo.
– ¿Cómo sigue tu carrera? ¿A qué aspiras en tu futuro?
– Con respecto a mi carrera y mi futuro siempre me lo tomo de la misma manera, intentando seguir aprendiendo, seguir creciendo. Me ha tocado en trabajar en diferentes lugares y enriquecerme de cada uno de ellos.
Esta es una experiencia con jugadores de primera división que me ha ayudado mucho, donde hemos trabajado mucho para estar a la altura de las circunstancias.
Hay que disfrutarlo, ir creciendo desde el lugar que me toque, ir poniendo cosas en la mochila para poder el día de mañana, por qué no, armar mi propio grupo de trabajo y tratar de que toda esa experiencia que fui recopilando en mi carrera poder volcarla en un proyecto propio, donde uno es el encargado un poco de tomar las decisiones, pero sin apuro, disfrutando y aprovechando del día a día.
Tal vez te interese:
Daniel Luengo: «Estoy cumpliendo 25 años como entrenador»
Juan Cupertino: «Pasé 5 años bárbaros como profesional de primera división»